La crisis económica ha traído transformaciones en prácticamente todos los aspectos sociales y económicos de nuestro país. Las empresas madrileñas se las ingenian con nuevas promociones, ofertas, servicios y productos para seguir atrayendo al consumidor, cambiando incluso el ritmo de trabajo y adaptándose así a los nuevos tiempos. También profesionales autónomos como abogados, diseñadores gráficos, periodistas o economistas, entre otras muchas profesiones, han cambiado los hábitos en su forma de trabajar.
Con anterioridad a la crisis, empresas y autónomos ejercían su actividad profesional en grandes edificios y grandes despachos y no querían ni oír hablar de alquilar despachos económicos en Madrid, preferían pagar grandes cantidades de dinero. La economía fluía y éste formaba parte de los gastos. Los edificios construidos para servir de oficinas a los diferentes profesionales estaban llenos, eran inversiones inmobiliarias seguras, incluso óbices para la especulación en este sector, y por ello que su proliferación fue en aumento.
Sin embargo, la llegada de las vacas flacas ha hecho quebrar a muchas empresas con el consecuente cierre de las mismas. Las que sobreviven han tenido que recortar gastos y apretarse el cinturón una vez más. Uno de estos ahorros ha ido encaminado a la reducción de metros cuadrados donde ejercer la actividad laboral y alquilar despachos económicos en Madrid es la solución. Es casi imposible que PYMES y autónomos madrileños conserven los grandes despachos de, por ejemplo, 500 metros cuadrados, de antaño y esto ha propiciado la aparición de una nueva forma de trabajo.
Actualmente son cada vez más las pequeñas empresas y autónomos que comparten el espacio de trabajo y los grandes edificios. Ahora en 500 metros cuadrados se pueden reunirse varias empresas gracias a la división de espacios y con ello fomentar el alquilar despachos económicos en Madrid al alcance de toda pyme que lo necesite. Espacios diferenciados y separados donde se respetan unas normas básicas de convivencia. Muchos de estos profesionales ven en esta solución un remedio idóneo para ahorrar costes y seguir disponiendo de un espacio físico. Los gastos de luz y agua suelen dividirse mensual o bimensualmente entre las empresas o profesionales que allí trabajan.
Otra de las ventajas de estos nuevos espacios compartidos de trabajo es el precio que se paga por ellos, alquileres de despachos económicos en Madrid desde 350 euros al mes totalmente instalados. E incluso algunos de estos despachos compartidos suelen tener una sala de reuniones para encuentros privados con sus clientes o socios que reservan con anterioridad o disfrutan si éstos están disponibles.
Uno de los grandes atractivos también es el establecimiento de sinergias laborales entre los profesionales que allí se encuentran. Por ejemplo, el abogado puede asesorar al periodista que a su vez puede ayudar al diseñador gráfico. Las relaciones y los contactos profesionales se incrementan y es otro de los atractivos de estos nuevos espacios originados a raíz de la crisis económica pero que ya existían en otras ciudades europeas.
Y es que según datos de la consultora Aguirre Newman, solo las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona, suman en el primer semestre del año un total de 2,33 millones de metros cuadrados de superficie para oficinas sin ocupar, lo que supone el 12,6 por ciento del parqué total en estas ciudades.